Encuentro una oreja
y la recorto.
Armo el rompecabezas
que es tu rostro
desde ahora incompleto.
Los escritores son cadenas de comida rápida. Al mío lo quiero rico, muy rico pero sin concatenaciones joyceanas ni referencias a Rayuela. Este era mi favorito, pero lo comí tanto que sólo verlo me produce náuseas. El mismo placer pecaminoso nace de la lectura de un libro de Paulo Coelho que de una hamburguesa doble, por eso cuando alguien critica a nuestros autores secretos nos unimos a la imputación, esperando que nadie encuentre las copias que guardamos de sus libros.