Diplomacia
Lo que nadie sabe de las fiestas en las embajadas es que si el aire huele a putrefacción se debe al aliento a tabaco y alcohol fermentado que exhalan las bocas de los miembros del cuerpo diplómático.
Lo que nadie sabe de las fiestas en las embajadas es que si el aire huele a putrefacción se debe al aliento a tabaco y alcohol fermentado que exhalan las bocas de los miembros del cuerpo diplómático.
Soy escoria de la sociedad. Olfateo y husmeo por doquier. Entrometo mi sucia nariz en lo que no me importa. Miro con mis purulentos ojos a los querubines de mejillas rosadas de los ricos y poderosos. ¿Mis triunfos? verle los pezones a las esposas de afamados políticos a través de sus blusas semitransparentes. ¿Quién soy? Soy la Prensa.