Tuesday, July 03, 2007

adentro

sus latidos me despertaron, eran tan fuertes que lo hacían temblar a él, a mí y a la cama.

latía por ambos, pero de este lado de mis costillas: nada.

una madrugada me desperté tiritando y me preparé el té más caliente de lo normal sólo para descubrir que el frío venía de adentro y adentro nada.

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