Tuesday, July 20, 2010

Se traspasa este changarro

Me mudo a Germen y otros nacimientos literarios. Habrá derivas, entrevistas a escritores, reseñas literarias y más. ¡Por allá los veo!

Y también estoy en Facebook.

Y en Twitter.

Wednesday, August 19, 2009

Diariamente

a nivel mundial

se rompen más corazones

que platos.

La adúltera

Se supo lo que hiciste

te condenaron a una eternidad

de uñas rasgando pizarrones

y niños jugando con pedazos de unicel.

Se vende tristeza de a litro

Hay de fresa

de piña

y natural

(que es la más rica)

Sunday, April 26, 2009

Háblame

déjame escucharte

apaga el ruido de este monstruo

que es la vida

y háblame de lo tuyo.

 

De niñas que descubren lo que se esconde

entre sus muslos

de abismos con escobas y cubetas

de locas, de piernas de silicón

de sangre.

 

Háblame de lo tuyo

o calla

porque en silencio

es cuando mejor te escucho.

 

Saturday, October 04, 2008

Encuentro una oreja
y la recorto.

Armo el rompecabezas
que es tu rostro
desde ahora incompleto.

Desde Bolaño

Los escritores son cadenas de comida rápida. Al mío lo quiero rico, muy rico pero sin concatenaciones joyceanas ni referencias a Rayuela. Este era mi favorito, pero lo comí tanto que sólo verlo me produce náuseas. El mismo placer pecaminoso nace de la lectura de un libro de Paulo Coelho que de una hamburguesa doble, por eso cuando alguien critica a nuestros autores secretos nos unimos a la imputación, esperando que nadie encuentre las copias que guardamos de sus libros.

Fact

I'm a well educated little girl. The stewardess let me in on that fact through her mocking smile. ¿Peanuts or crackers? ¿May I have both? Sure you may.

Metonimia

Esta historia transcurre en un país liberado de Metonimia

(tirana eterna de la poesía)

donde las nubes no eran algodón, ni amapolas, ni nada

sólo masas de agua suspendida en forma de vapor.

Thursday, August 14, 2008

Cibernativos: nacidos en la era digital

Queridos blogeros, facebookianos y cibernautas en general:
 
Estoy escribiendo un artículo para la revista Día Siete sobre los cibernativos, abro la convocatoria para que escriban este texto junto conmigo, compartan sus historias, experiencias, percepciones, críticas o alabanzas de este mundo alterno que es el internet. Su participación se verá publicada en esta revista de circulación nacional. Tienen como máximo mañana viernes 15 de agosto a las 11:59 a.m. para enviar sus comentarios. Gracias y cuando me paguen les invito una chela en Second Life! 

Wednesday, July 09, 2008

Los suelos inmaculados

Siempre hay lugar, siempre hay espacio, sólo es cosa de tomar una escoba y limpiar la casa. Y a mí, que me encanta recoger pelusas del suelo casi inmaculado, hay que recordarme continuamente que hay pelusas que nomás no se recogen, que ahí están y punto. Los suelos inmaculados sólo existen en casas no habitadas, en corazones despoblados.

Friday, May 30, 2008

Las uñas de mi abuela

Mi abuela está muriendo,
y lo sabe.
Convocó a sirvientes y seres queridos,
puso orden.
A mí, su nieta preferida
me dejó sus uñas,
duras y empedernidas,
largas,
como su vida.

Monday, April 07, 2008

Tortugas voladoras

Con cinturones y almohadas en la espalda
somos tortugas.

Mi padre amarra los caparazones
y desata la imaginación.

Escondidas tras puertas plegables
hasta que el asecho rinda frutos
y la víctima-padre sienta la furia
de las tortugas voladoras.

Una ronda despiadada de cosquillas
culmina con la muerte de la presa
o con el escape de una flatulencia paternal,
lo que suceda primero.

Ya mujer

Llegó oscura igual que la noche, supongo que para no desentonar. Sólo Paulina estaba ahí para saberlo, ninguna de las dos supimos bien qué significaba.

Una vez en casa informé a mi madre y el veredicto fue contundente. Bajo su dirección nos encargamos del asunto, tenía once años pero creo que la libré bastante bien. Ni la policía ni mi padre se enteraron.

Para mi hermana fue otra historia. No le dijo a nadie, logró ocultarlo 56 días hasta que a la madre no le salieron las cuentas mientras lavaba blancos. Los cuerpos del delito estaban en el fondo de un clóset, trece de ellos, pardos como la culpa. De nuevo la sentencia fue terrible: también mi hermana era ya mujer.

Bajar la lonja

rompo los cristales
de ácido láctico

mi decrepitud se queda
sobre el tezontle

pienso colgar la flacidez
en el próximo gran árbol.

Wednesday, March 26, 2008

Criogenización

Algo salió mal,
se les fue la luz
y no han podido repararla
desde hace ciento setenta y nueve años.

Me descongelo,
y gota a gota
los pensamientos regresan.

Lo ridículo de mi situación me provoca ganas de reír
recuerdo un malísimo término para referirse a la menstruación:
“se te está descongelando el bistec”
pero mi cara sigue entumecida
NOTA MENTAL: reírme cuando me descongele.

La muerte de Pot

¿Quién enterró a Pot?
¿quién vio su cuerpo sin vida por última vez?
¿quién cavó la fosa en la que yace?
¿fue mi padre?
¿recuerda todavía la imagen de su cuerpecito suave mientras lo cubría de tierra?

Era tan hermoso que más de uno se habría visto tentado a disecarlo
sólo para verlo siempre
inmóvil en el cuarto de la tele.

Una tarde escuché gritos
¡Rolando, ven rápido, algo le pasa a Pot!
tras una consulta veterinaria, el otorrinolaringólogo diagnosticó:
tiene pedazos de fibra en la garganta
¡Se estaba comiendo el mechudo!

Pediatras, ortopedistas, dermatólogos
todos reunidos en mi sala
(la medicina es una profesión común en la familia)
fue inútil
Pot murió en el mismo sillón que años más tarde sería testigo
de mis primeros encuentros cercanos con noviecitos de la secundaria.

Mi mamá me dijo que se fue al Cielo
pero ahora que me llega el memorándum de que no existe tal cosa
quiero regresar a mi antigua casa y cavar fosas en el jardín hasta encontrarlo
con la esperanza de que eso no suceda
para convencerme de que al menos los perros sí van a un lugar mejor que este.

Wednesday, January 23, 2008

Indeleble

Cuando mi mamá me habló de sexo a los 14 años lo pude ver casi a la perfección: carnes, humores y fluidos, formando una amalgama perfecta. Me pareció hermoso e intrigante. A partir de ese momento empecé a coleccionar parafernalia relacionada con el sublime tema.

Sin embargo, unos años después, cuando mis hormonas luchaban por mutar mi cuerpo todavía de niña, el Gobierno informó que a menos de que se tomaran medidas extremas, la sobrepoblación que afectaba al País agotaría la última reserva de recursos empujándonos a la muerte.

Meses más tarde, el líder del Instituto por la Represión Natal –conocido por todos como IRN- se apoderó de los altos mandos de la Nación e instituyó el R0001, reglamento que castigaba con la muerte a la reproducción humana. Bajo el R0001, todos los ciudadanos eran sometidos a extensivos estudios genéticos para determinar la calidad de sus genes, sólo una de cada mil personas resultaba apta, el resto de la población era esterilizada.

Yo resulté una de las elegidas y de inmediato fui recluida en la Academia perteneciente al IRN. El Gobierno se volvió dueño de mi útero, sólo él podría decidir cuándo era favorable que procreara y con quién. De alguna manera logré conservar las imágenes tridimensionales que habían alimentado mi imaginación durante tanto tiempo; pasaba horas contemplando El nacimiento de Venus de Botticelli, El éxtasis de Santa Teresa de Bernini o Las señoritas de Aviñón de Picasso, pensando en la voluptuosidad y el deleite del sexo.

Mi adolescencia la dediqué al estudio y el ejercicio, siempre alejada del contacto humano, interactuando sólo con máquinas y voces omnipresentes, todo para garantizar la preservación de mi fortaleza genética. Cuando llegó el momento, la Academia determinó que estaba lista para estrenarme como espécimen reproductivo y me ingresaron al Centro de Alistamiento Sexual, un templo dedicado a preparar a los Elegidos para la procreación. “El método es nuestra esperanza” eslogan del Centro, regía los procedimientos internos. Paso uno: ingesta de afrodisíacos químicos. Paso dos: proceso de lavado y lubricación. Paso tres: recubrimiento e introducción de traje sensorial. Paso cuatro: estimulación virtual hasta alcanzar el clímax. La Computadora Central hacía una lectura neuronal del sujeto y creaba escenarios que propiciaran la excitación; según sus cálculos, entre más orgasmos tuviera el sujeto, más posibilidades de fecundación habría. Creo que sabían de mis placeres ocultos porque más de una vez fui la Maja desnuda y Francisco de Goya me poseyó como siempre soñé que lo haría, en otras ocasiones fui una de las prostitutas que Modigliani retrataba magistralmente e incluso en una sesión personifiqué a un cadáver del fotógrafo Joel Peter Witkin, quién después de capturar la imagen de mi cuerpo ya sin vida, me ultrajó deliciosamente sin que pudiera oponer resistencia.

Alcanzaba el éxtasis sin problemas, a veces hasta cinco o seis veces por encuentro virtual. Y aunque no tenía punto de comparación sentía que algo faltaba. Semanas más tarde, mientras completaba un examen para evaluar mi estado mental, una falla de la Red interna del Centro producida por los enemigos del IRN ocasionó que las preguntas de rutina fueran sustituidas por frases como “¿A qué huele el deseo?” o “¿Qué significa hacer el amor?” e imágenes artísticas, pornográficas y amateurs de cuerpos mucho menos hermosos que los de mis sesiones pero extrañamente más atractivos.

Todo volvió a la normalidad en unos minutos pero mi encuentro con el sexo real dejó una marca indeleble. Durante las sesiones consecuentes no llegué al clímax ni una sola vez. “Todo está en orden, su problema no es fisiológico” reportaron los médicos a mi supervisor durante la exploración. Mientras ellos discutían sobre el método más apropiado para tratar mi condición, tomé un escalpelo y me lo clavé en los genitales. Inmediatamente me amarraron y sedaron. Cuando recobré la conciencia, me encontré rodeada de aridez, había sido expulsada para siempre de la Academia. Borraron mi registro y, desangrándome como estaba, se deshicieron de mí esperando que alguna de las criaturas hambrientas del desierto me devorara.

Reuní las fuerzas que me quedaban y caminé durante horas hasta desmayarme. Desperté en una choza de lámina, una anciana con la piel curtida se encargó de mí hasta que mis heridas sanaron. Mis conocimientos y habilidades físicas me abrieron las puertas de su pequeña comunidad y asimilé la vida afuera de la Academia. Experimenté el sexo y años más tarde, al lado del hombre que sería mi compañero hasta la vejez aprendí a hacer el amor, y aunque quizá no tenga seis orgasmos en unos cuantos minutos, el sexo real probó ser todo lo que soñaba: una hermosa amalgama…insustituible e indeleble.

Wednesday, October 10, 2007

El arte conceptual me rompió el corazón

Siempre me gustó, con su pelo rojo como una zanahoria anaranjada, largo y rizado como sus ideas. A Mauricio lo conocí antes de salir del cascarón, durante mi estancia en el país de pasto y la gente bonita. No era como los demás. Me lo encontré en la calle, estaba parado frente a un señor que vendía algodones de azúcar, sostenía un portafolio abierto, dispuesto a llenarlo de viscosidad. Cuando me explicó que era una pieza para una "expo"me derretí de lujuria ahí mismo.

Escuché que iba a dar un taller de arte conceptual y me inscribí de inmediato. Aprendí de Santiago Sierra, Artemio y Mejor Vida Corp. No entendí cómo había sobrevivido tantos años sin Una y tres sillas de Joeph Kosuth o el tiburón en formol de Damien Hirst. Caí perdidamente enamorada de Mauricio.

Durante una sesión particularmente caótica en la que Artemio mostró sus videointervenciones de Hello Kitty y Rambo, Mauricio rozó mi mano. Una descarga me electrizó de cabeza a pies y entre lubricada y eufórica susurré: Me gustas, llévame a una galería.

Fuimos en mi coche -Mauricio no manejaba pues le parecía socialmente irresponsable- a una de esas casas con paredes blancas. Una lámina de aluminio con dos rayones a lo largo, un burro disecado tomando caguamas y una pianola que proyectaba la partitura de Stairway to heaven en forma de luces en la pared fueron los testigos de nuestro primer beso.

Ofreció irse en metro pero insistí en llevarlo a donde fuera necesario. Llegamos a una especie de iglesia neocristiana, completamente blanca y sobria. Agradeció el aventón y cuando le pregunté sobre nuestra próxima cita se disculpó diciendo que no iba a ser posible vernos hasta que terminara su "expo".

Mauricio sacó de la cajuela un traje de lentejuelas estilo Elvis, unas alas de papel maché, un micrófono dorado, una jeringa, una bolsa de suero y un arnés. Se despidió y cerró la puerta del coche. Nunca me llamó. Supe por las noticias que su performance atrajo la atención de la prensa y se ganó una beca del Fonca. A partir de ese día no puedo ver ni un solo Orozco y Marcel Duchamp está muerto para mí. El arte conceptual me rompió el corazón.

Tuesday, October 02, 2007

Hermana, perdóname

Me disgusta lo usado, soy primogénita, desde los lápices de colores hasta los zapatos, nuevo todo. Los despojos para aquellos que tuvieron la mala fortuna de nacer después.

Pero ahora que llego con el culo mordido por mi karma, me conformo con reciclar y ponerme palabras gastadas. Como quien traga la sopa sólo por hambre, engullo teamos de otras mujeres y por fin entiendo a mi hermana.